La sed verdadera.
domingo
Cuando el colchón terminó,
bienvenido fue el piso del comedor de su casa.
A cada
beso
caía una estrella
, cada arañazo CALMABA el
d o l o r.
Cuando me acuerdo de él
, levanto mi vaso y brindo
"A donde quiera que estés, por nuestra canción".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario