Detrás de los kilómetros que nos separan, está mi ciudad, esa que
alberga toda la ignorancia de el país; esa en la que vos no estás, esa que no
tiene nada de las cosas buenas que ofrece la vida.
Dentro de la ciudad, está la capital, lleno de esas caras
idiotas con las que tengo que tratar a medida que pasan los días.
En la capital está mi casa, esa que parece tan normal que
nadie podría saber que es lo que hay dentro.
Detrás de esas cuatro paredes esta mi pieza.
En mi pieza estoy yo, una chica, aparentemente normal;
mirando el vacío a través de la ventana.
Debajo de mi ropa esta mi piel, esa que quiero que toques,
beses, mires, explores; esa que quiero sentirse quemar con el contacto de la
tuya.
Debajo de la piel, específicamente la de mi pecho, está mi
corazón; que hoy solo late por vos.
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